Index
 

Hoy, jueves: Max: 0 ºC, Min: 0 ºC

 
 

Noticia: Diario de Soria (edición impresa)


El final de unos tiempos

Viernes, 10/06/2005

Crítica cultural de la película El cielo gira, por Julián de la Llana

Título: El cielo gira. Producción Española, 2005 - José Mª Lara P.C. y Alokatu S.L. Distribución: Nirvana - Wanda Visión. Productor: José Mª Lara. Directora: Mercedes Álvarez Lamata. Guión: Mercedes Álvarez y Arturo Redín. Fotografía: Alberto Rodríguez. Sonido: Aurelio Martínez y Amanda Villavieja. Montaje: Sol López y Guadalupe Pérez. Ayudante de dirección: Abel García. Intervienen: Antonino Martínez, Silvano García, José Fernández, Áurea Mingo, Milagros Monje, Elías Álvarez, Crispina Lamata, Valentina García, Blanca Martínez, Román García, Salah Rafia, Hicham Chate, el profesor Alfredo Jimeno y el pintor Pello Azketa. Estreno: Cine Rex, del 9 al 16, en sesiones de 20.30 y 22.45 horas.

Mercedes Álvarez fue testigo muy pequeña de la paulatina despoblación de Aldealseñor. Ahora, ha querido dar testimonio a través del cine de cómo es la existencia actual de su pueblo, que dejó treinta y tantos años atrás. Ha vuelto a Aldealseñor para, con la colaboración de todos sus habitantes (unos catorce vecinos), mostrarnos una historia muy local, muy íntima, y, por eso, también auténticamente universal.

¿Cómo es el transcurrir de Aldealseñor a lo largo de las cuatro estaciones del año? ¿Qué piensan y qué sienten sus habitantes? ¿Hacia dónde miran quienes resisten allí a pesar de todo; a pesar de que pasen de largo los políticos de cualquier color?

A estas y otras interrogantes hace referencia la película de Mercedes Álvarez. Aldealseñor, como otros muchos pueblos sorianos y de otras regiones, se encuentra atrapado en un difícil presente en medio de un pasado mucho más importante y un futuro incierto. ¿Habrá futuro? ¿Estará en los aerogeneradores, esos gigantescos molinos de viento, o acaso en el turismo que pueda atraer el palacio transformado en hotel de lujo? ¿Tal vez en esos inmigrantes marroquíes?

Mientras, el pueblo se mantiene en un lento vivir que es, quizá, ir muriendo poco a poco. Aldealseñor ofrece una resistencia numantina a cambiar las formas tradicionales de vida rural frente a la presión exterior de nuevos modos de existencia.

El cielo gira trata de todo ésto y de otros mil temas, porque es una obra, fácil de seguir, pero de cierta complejidad estructural. Queda como testimonio de un mundo que, querámoslo o no y desgraciadamente, se extingue. Es un documento con importantes aportaciones -digamos- etnológicas y hasta antropológicas. Que habla también de arqueología y de historia, y no elude, ni mucho menos, reflexiones sobre la vida y la muerte.

Protagonistas son el pueblo y sus habitantes. Éstos, unos auténticos filósofos populares con una sabiduría que asombra y un carácter castellano, tan auténtico como comprensible en el mundo entero. Todos saben estar ante la cámara, improvisar y mostrarse con impecable naturalidad. Destacada es asimismo la portación del pintor Pello Azketa, eje en torno a quien se establece el espacio y el tiempo del film. Coinciden un pueblo que desaparece y una visión que se extingue, en una perfecta simbiosis de naturaleza y arte en unas tierras de colores sugerentes.

Es de justicia hacer referencia a una magnífica fotografía que recoge a la perfección los distintos tonos y colores de los campos de Aldealseñor durante las cuatro estaciones del año, que matiza los contrastes de los interiores y resalta los planos medios y primeros planos de los personajes del pueblo. Lo mismo cabe decir en relación con una inteligente utilización del sonido y, especialmente, del montaje de las imágenes, que subraya el significado del film.

Fruto de un guión muy elaborado y de un paciente trabajo de mucho tiempo es una película que llega a fascinar. Si apasionantes son los diversos temas tratados, no menos atractiva resulta la manera en que Mercedes Álvarez los muestra al espectador. Entre simbolismos, elipsis, sugerencias... nos traslada a un mundo sugestivo, un mundo creado con imágenes y sonidos, que es testimonio, que es documento y que es arte. El cielo gira no es un documental al uso, ni una película de ficción. Es algo distinto, original y muy personal de Mercedes Álvarez.

Soria debe agradecer a la realizadora de esta obra símplemente el haberla hecho, porque era necesaria, aunque la realidad que presenta no sea muy agradable. Esa realidad es algo, sin embargo, que debemos asumir si queremos mirar adelante. Y más aún porque se trata de una película de más que notable calidad, que está siendo reconocida en cuantos países se presenta y ha sido avalada con numerosos premios.

 

COMENTARIOS:

No hay ningún comentario de esta noticia todavía





Comentar

Código de seguridad: Escribe el código *
* Es obligatorio completar los campos
NOMBRE Y CÓDIGO DE SEGURIDAD
Comentario