Aldealseñor volvió a sufrir un acto vandálico después del sabotaje cometido sobre dos tractores en el mes de julio del pasado año. En esta ocasión, un pequeño todoterreno propiedad de un vecino apareció gravemente dañado hasta el punto de que, según apuntaron fuentes vecinales, se plantea que no compense arreglarlo.
Los hechos se produjeron hace aproximadamente diez o 12 días, cuando el propietario se encontraba de viaje. El autor o autores, por el momento no identificados, destrozaron la luna anterior, las cuatro ventanillas laterales, todos los faros del vehículo e incluso el foco de marcha atrás que llevaba acoplado. Sólo se salvó la luna trasera.
Según confirmaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno, en la denuncia por un «delito de daños en vehículo» se estima que los hechos ocurrieron «desde las 11.00 horas del día 13-02-2015 hasta las 09:30 horas del día 14-02-2015». La víctima «denuncia que autor-es desconocidos han fracturado todas las lunas a excepción de la trasera, del vehículo marca y modelo Suzuki Vitara con placa de matrícula» (...) «así como de todos los intermitentes, focos delanteros y traseros. Aparte de diversos golpes por todo el vehículo. Así mismo manifiesta que el valor venal del mismo es de unos 1.500 euros». El Puesto de la Guardia Civil de Almarza instruyó las diligencias para remitirlas al Juzgado de Instrucción número 1 de Soria.
No es la primera vez en los últimos meses en la que se registran hechos similares. Ya en julio, según la denuncia a la que tuvo acceso DIARIO DE SORIA / EL MUNDO, un agricultor había sufrido un sabotaje en dos tractores. En ese caso autor o autores desconocidos llenaron los conductos del aceite de arena, lo que puede conllevar que el motor se gripe y quede inservible. En aquella ocasión la víctima explicó a este medio que calculaba los daños en 36.000 euros, puesto que llegó a arrancar uno de los vehículos. Ayer, sin embargo, explicó que uno de los tractores ha quedado inservible, dejando unos daños valorados en 60.000 euros. Para acceder, se habían forzado la entrada a la finca y se había roto el candado que protegía el acceso a la nave de almacenaje.